{"id":4394,"date":"2024-02-23T01:54:04","date_gmt":"2024-02-23T01:54:04","guid":{"rendered":"https:\/\/alterna.pro\/?p=4394"},"modified":"2024-02-23T01:54:04","modified_gmt":"2024-02-23T01:54:04","slug":"servicio-produccion-de-fotografia-y-videos-de-enfoques-escalables-basados-en-el-mercado-para-reducir-redistribuir-y-reconocer-el-trabajo-de-cuidados-de-las-mujeres","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/alterna.pro\/servicio-produccion-de-fotografia-y-videos-de-enfoques-escalables-basados-en-el-mercado-para-reducir-redistribuir-y-reconocer-el-trabajo-de-cuidados-de-las-mujeres\/","title":{"rendered":"Servicio: Producci\u00f3n de fotograf\u00eda y videos de Enfoques escalables basados en el mercado para reducir, redistribuir y reconocer el trabajo de cuidados de las mujeres."},"content":{"rendered":"

1. Antecedentes<\/strong><\/h2>\n

Los cuidados son actividades que regeneran diaria y generacionalmente el bienestar f\u00edsico y emocional de las personas. Sin la prestaci\u00f3n de cuidados, todas las dem\u00e1s actividades de nuestra vida cotidiana no pueden funcionar. Por ello, la llamada “econom\u00eda del cuidado” es esencial para garantizar el funcionamiento y la sostenibilidad del sistema en su conjunto. Sin embargo, la mayor parte de las actividades del trabajo de cuidados las realizan las mujeres a trav\u00e9s del trabajo dom\u00e9stico no remunerado, lo que hace que estas contribuciones sean invisibles para la econom\u00eda.<\/p>\n

En Am\u00e9rica Latina y el Caribe (ALC), las mujeres dedican el triple de tiempo que los hombres al cuidado y al trabajo dom\u00e9stico no remunerado. Esta situaci\u00f3n es especialmente grave para las mujeres con menores ingresos (quintil 1), que dedican una media de 45 horas semanales frente a las 33 horas que dedican las mujeres del quintil 5. En las zonas rurales, la carga de cuidados y trabajo dom\u00e9stico no remunerado es a\u00fan mayor, debido a la falta de acceso a infraestructuras b\u00e1sicas (agua corriente, saneamiento, electricidad y otras tecnolog\u00edas que ahorran tiempo y trabajo). Esta situaci\u00f3n genera un c\u00edrculo vicioso entre cuidados, pobreza, desigualdad y precariedad. Por un lado, la pobreza de tiempo de las mujeres constituye una importante barrera para su incorporaci\u00f3n al mercado laboral. Seg\u00fan la CEPAL, un promedio del 70,2% de las mujeres de entre 20 y 59 a\u00f1os de edad, aducen razones familiares (cuidado de hijos\/as o personas dependientes, trabajo dom\u00e9stico o prohibici\u00f3n de otros miembros del hogar) como la principal causa para no buscar activamente un trabajo remunerado. Por otro lado, el trabajo remunerado de cuidados constituye en muchos casos la \u00fanica opci\u00f3n laboral para las mujeres que viven en la pobreza. Seg\u00fan la Organizaci\u00f3n Internacional del Trabajo (OIT), en ALC, el sector del cuidado constituye m\u00e1s de un tercio del empleo femenino. Este trabajo se realiza a menudo en condiciones precarias, bajo situaciones de violencia o acoso y\/o con baja remuneraci\u00f3n y poco acceso a la protecci\u00f3n social, perpetuando la situaci\u00f3n de pobreza y exclusi\u00f3n de las mujeres que trabajan en este sector.<\/p>\n

La crisis de COVID-19 ha demostrado lo central que es la econom\u00eda de los cuidados en la sociedad, pero tambi\u00e9n lo desigual e insostenible que es su organizaci\u00f3n actual. La OIT estima que existe un d\u00e9ficit mundial de 13.600.000 profesionales s\u00f3lo en relaci\u00f3n con los cuidados de larga duraci\u00f3n. En la regi\u00f3n de ALC, la tasa de Dependencia de Cuidados -la relaci\u00f3n entre las personas menores de 12 a\u00f1os y mayores de 75 y las de 15 a 74 a\u00f1os- que era de 2,8 en 2015, se prev\u00e9 que aumente a 8,4 para 2025. La respuesta a la crisis de COVID-19 abre una oportunidad \u00fanica para posicionar a la econom\u00eda del cuidado como motor de la recuperaci\u00f3n a trav\u00e9s del llamado “triple dividendo” de la inversi\u00f3n en cuidado, que trae consigo el retorno en capital humano, el aumento de los ingresos y la capacidad de consumo de los hogares y el aumento de los ingresos del gobierno a trav\u00e9s de los impuestos y las contribuciones sociales. En el marco del programa global Transforming the Care Economy through Impact businesses and Investment (TCEII), liderado y financiado por IDRC Canad\u00e1 y Open Society Foundation, Alterna y Pro Mujer, con el apoyo de ONU Mujeres implementan el Proyecto \u201cEnfoques escalables basados en el mercado para reducir, redistribuir y reconocer el trabajo de cuidados de las mujeres\u201d. El objetivo del proyecto es apoyar la<\/p>\n

creaci\u00f3n de peque\u00f1as y medianas empresas, sostenibles y de alto impacto, as\u00ed como sistemas de cooperativas de la econom\u00eda del cuidado, para crecer y prosperar a mediano plazo, impactando a millones de personas que trabajan dentro del sector, que se benefician del sector y a las mujeres de la regi\u00f3n, promoviendo la equidad de g\u00e9nero. Los principales resultados previstos son:<\/p>\n